DOMINGO XXXIV. DEL TIEMPO ORDINARIO /B
«Cristo, Rey del Universo»
Entrada
Hermanos: nos disponemos a celebrar este último domingo del Tiempo Ordinario, conmemorando a Jesucristo como Rey del Universo. Al hacerlo, tengamos esto en cuenta: que la fe no consiste en un esfuerzo mental o intelectual de proclamar una verdad. Eso lo hará también Pilato, diciendo: Conque, tú eres rey. La fe en Jesucristo implica la apertura a su mensaje, la adhesión al mismo y la encarnación del mismo en la propia experiencia. Es entonces cuando podemos decir que Jesucristo reina en mí, en nosotros, en el universo entero... Pongámonos con fe en sus manos, como auténticos constructores de su Reino...
Canto de entrada
Pueblo de reyes, Asamblea santa, Pueblo sacerdotal
Pueblo de Dios: Bendice a tu Señor.
Te cantamos oh Hijo amado del Padre;
te alabamos eterna Palabra salida de Dios.
Te cantamos oh hijo de la Virgen María;
te alabamos, oh Cristo, nuestro hermano, nuestro Salvador.
Rito penitencial
- Tú que eres el Camino, la Verdad y la Vida: Señor, ten piedad.
- Tú que eres el esperado y el rechazado: Cristo, ten piedad.
- Tú que nos introduces en el reino de la verdad: Señor, ten piedad.
Primera lectura
La visión de Daniel nos pone en contacto con las aspiraciones de la gente oprimida; es la que espera un libertador, el cambio a mejor de la situación que padece... ¿Responderá a sus expectativas "el que viene"?
Salmo responsorial (Sal 92)
Confesemos con este salmo una gran verdad, a la vez que nos adherimos a ella pero no sólo mentalmente, sino también vivencialmente. Pleguémonos, para ello, a la voluntad de Dios.
Segunda lectura
Hay oportunidad para el pecador, también para el opresor, para el descarriado; no hay por qué desesperarse o jubilarse o apearse de la vida... Esta lectura está llena de esperanza.
Evangelio
Cuando uno trata de escaquearse de las exigencias que plantea la palabra y la figura de Jesús, adopta la postura de Pilato. Pero la respuesta de Jesús es contundente, e invita no al cumplimentismo religioso, sino a una postura de vida...
PRECES († Presidente; - Monitor)
† Asumiendo la radicalidad del evangelio, presentemos nuestras preces a Dios Padre que nos escucha, y pidamos:
- Por la Iglesia: para que no se supedite a poder alguno, sino que esté siempre al lado de los menos favorecidos, roguemos al Señor.
- Por quienes detentan el poder político, económico y/o cultural, o tratan de alcanzarlo: para que no se convierta en el absoluto de su vida, roguemos al Señor.
- Por quienes sufren la opresión política, económica y/o cultural: para que descubran caminos pacíficos de liberación, roguemos al Señor.
- Por quienes añoran el cambio, la solución, la superación de su estado de postración: para que sepan asumir su limitación, y constituyan una llamada a la solidaridad, roguemos al Señor.
- Por todos nosotros: para que no nos contentemos con la proclamación conceptual de la realeza de Jesucristo, sino que busquemos el compromiso con la Verdad, la Sinceridad, la Autenticidad, en nuestras relaciones de cada día, roguemos al Señor.
† Dios Padre, que nos das un auténtico Rey: haz que no absoluticemos criatura ni situación alguna, sino que nos vayamos forjando como vasallos del Reino de tu Hijo, que vive...
Comunión
Cristo nos da la libertad. Cristo nos da la salvación.
Cristo nos da la_esperanza. Cristo nos da el amor.
1. Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré;
Cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.
2. Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón;
cuando siga los caminos del amor, veré_al Señor.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.
3. Cuando siembre la_alegría y la_amistad, vendrá_el Amor;
cuando viva_en comunión con los demás, seré de Dios.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.
Avisos
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