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DOMINGO XXXIV. DEL TIEMPO ORDINARIO /B

DOMINGO XXXIV.  DEL TIEMPO ORDINARIO /B

 

«Cristo, Rey del Universo»

Entrada

    Hermanos: nos disponemos a celebrar este último domingo del Tiempo Ordinario, conmemorando a Jesu­cristo como Rey del Univer­so. Al hacerlo, tengamos esto en cuenta: que la fe no consiste en un esfuerzo mental o intelectual de proclamar una verdad. Eso lo hará también Pilato, diciendo: Conque, tú eres rey. La fe en Je­sucristo implica la apertura a su mensaje, la adhesión al mismo y la encarna­ción del mismo en la propia experiencia. Es entonces cuando podemos decir que Jesucristo reina en mí, en nosotros, en el universo entero... Pongámonos con fe en sus manos, como auténticos constructores de su Reino...

 

Canto de entrada

     Pueblo de reyes, Asamblea santa, Pueblo sacerdotal

     Pueblo de Dios: Bendice a tu Señor.

 

Te cantamos oh Hijo amado del Padre;

te alabamos eterna Palabra salida de Dios.

Te cantamos oh hijo de la Virgen María;

te alabamos, oh Cristo, nuestro hermano, nuestro Salvador.

 

Rito penitencial

- Tú que eres el Camino, la Verdad y la Vida: Señor, ten piedad.

- Tú que eres el esperado y el rechazado: Cristo, ten piedad.

- Tú que nos introduces en el reino de la verdad: Señor, ten piedad.

 

Primera lectura

    La visión de Daniel nos pone en contacto con las aspiraciones de la gente oprimida; es la que espera un li­bertador, el cambio a mejor de la situación que padece... ¿Responderá a sus expectativas "el que viene"?

 

Salmo responsorial  (Sal 92)

    Confesemos con este salmo una gran verdad, a la vez que nos ad­herimos a ella pero no sólo mentalmente, sino también vivencialmente. Pleguémonos, para ello, a la voluntad de Dios.

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Segunda lectura

    Hay oportunidad para el pecador, también para el opresor, para el descarriado; no hay por qué desespe­rarse o jubilarse o apearse de la vida... Esta lectura está llena de esperanza.

 

Evangelio

    Cuando uno trata de escaquearse de las exigencias que plantea la palabra y la figura de Jesús, adopta la postura de Pilato. Pero la res­puesta de Jesús es contundente, e invita no al cumplimentismo religio­so, sino a una postura de vida...

 

PRECES  († Presidente;  - Monitor)

    † Asumiendo la radicalidad del evangelio, presentemos nuestras preces a Dios Padre que nos escucha, y pidamos:

- Por la Iglesia: para que no se supedite a poder alguno, sino que esté siempre al lado de los menos favoreci­dos, roguemos al Señor.

- Por quienes detentan el poder político, económico y/o cultural, o tratan de alcanzarlo: para que no se con­vierta en el absoluto de su vida,  roguemos al Señor.

- Por quienes sufren la opresión política, económica y/o cultural: para que descubran caminos pacíficos de liberación, roguemos al Señor.

- Por quienes añoran el cambio, la solución, la superación de su esta­do de postración: para que sepan asumir su limitación, y consti­tuyan una llamada a la solidaridad,  roguemos al Señor.

- Por todos nosotros: para que no nos contentemos con la proclama­ción conceptual de la realeza de Jesucristo, sino que busquemos el compromiso con la Verdad, la Sinceridad, la Autenticidad, en nuestras relaciones de cada día,  roguemos al Señor.

    † Dios Padre, que nos das un auténtico Rey: haz que no absoluti­cemos criatura ni situación alguna, sino que nos vayamos forjando como vasallos del Reino de tu Hijo, que vive...

 

Comunión

 

Cristo nos da la libertad. Cristo nos da la salvación.

Cristo nos da la_esperanza. Cristo nos da el amor.

 

1. Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré;

    Cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.

    Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.

 

2. Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón;

    cuando siga los caminos del amor, veré_al Señor.

    Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.

 

3. Cuando siembre la_alegría y la_amistad, vendrá_el Amor;

    cuando viva_en comunión con los demás, seré de Dios.

    Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi_oración.

 

Avisos

-

 

DOMINGO 32º DEL TIEMPO ORDINARIO /B

DOMINGO 32º DEL TIEMPO ORDINARIO   /B

MONICIÓN INICIAL

 

Buenos días, hermanos. Sed bienvenidos a la celebración de la eucaristía.

Ser observadores nos puede convertir en alumnos, o también en mirones alcahuetes. Jesús observa, y aprende y enseña de lo que está observando, contemplando las circunstancias de cada día: las analiza y las interioriza.

¿Le sacamos algún provecho a lo que depositamos como limosna en la iglesia? ¿Lo consideramos echado a perder? ¿O expresa la generosidad que tenemos para con Dios y la confianza que depositamos en él? Hace falta ser auténtico necesitado para depositar la confianza en Dios. Y es esto justamente lo que vamos a celebrar...

 

CANTO DE ENTRADA

El Señor nos llama y nos reúne.

Somos su Pueblo, signo de unidad.

Él está en medio de nosotros:

sirve a la mesa, nos reparte el pan.

 

RITO PENITENCIAL

 

Nos volvemos al Dios que se fija en el humilde, pequeño, pobre..., para que se apiade de nosotros:

 

-Tú que convocas con misericordia al pecador, Señor, ten piedad.

-Tú que ensalzas al pequeño, al humilde, Cristo, ten piedad.

-Tú que derramas tu perdón sobre el arrepentido, Señor, ten piedad.

 

1Re 17, 10-16

 

¿Cómo miramos a quienes son más pobres, cuando los bienes escasean o las cosas no pintan bien? ¡Hace falta fe o confianza en Dios para saber socorrer en la propia necesidad! Escuchemos.

 

 

Salmo responsorial (Sal 145) -melodía-

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Hbr 9, 24-28

Vamos profundizando en el sacerdocio de Jesucristo. En él somos sacerdotes también nosotros. Esto es: estamos ofrecidos a Dios de una vez para siempre.

 

Mc 12, 38-44

La observación de Jesús no es la del curioso, la del alcahuete; sino la mirada que ensalza al pobre, al indigente, al humilde... Acojamos su palabra puestos en pie y cantando el aleluya.

 

ORACIÓN UNIVERSAL: Preces

Es precisamente la necesidad lo que nos hace dirigirnos a Dios o al prójimo. Presentemos, pues, nuestras necesidades ante Dios y ante los hermanos:

 

-Por la Iglesia: para que sea fuente de gozo y esperanza para el indigente, tanto en sus pastores como en los cristianos de a pie, roguemos al Señor.

-Por los necesitados que hay entre nosotros y en nuestro entorno: para que la necesidad no les lleve a la desesperación, sino a convertirse en aldabonazo en el corazón de los pudientes, roguemos al Señor.

-Por los que rigen los pueblos: para que presten atención al clamor de los necesitados y potencien campañas de solidaridad, roguemos al Señor.

-Por los adolescentes y jóvenes de nuestras familias: para que añoren no el dinero sino la ayuda y la solidaridad, siendo así portadores de paz, roguemos al Señor.

-Para que los que nos hemos reunido para celebrar la eucaristía confiemos no tanto en nuestras buenas acciones y prácticas religiosas, cuanto en la misericordia de Dios, y sepamos presentarle nuestra necesidades, roguemos al Señor.

 

Padre bueno y misericordioso: mediante la necesidad haces que nos acerquemos unos a otros. Concédenos la valentía de caminar en esa ruta. PJnS.

-Amén.

 

En la comunión

 

Pequeñas aclaraciones

1 Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,

cuando un hombre pasa sed y agua nos da,

cuando el débil a su hermano fortalece:

Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (bis).

 

2 Cuando un hombre sufre, y logra su consuelo,

cuando espera y no se cansa de esperar;

cuando amamos, aunque el odio nos rodee:

Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (bis).

 

3 Cuando crece la alegría y nos inunda,

cuando dicen nuestros labios la verdad,

cuando amamos el sentir de los sencillos:

Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (bis).

 

4 Cuando abunda el bien y llena los hogares,

cuando un hombre donde hay guerra pone paz,

cuando hermano le llamamos al extraño:

Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (bis).



 

 

DOMINGO 31º DEL TIEMPO ORDINARIO /B

DOMINGO 31º DEL TIEMPO ORDINARIO   /B

20061104173827-uz31-b.jpgMONICIÓN INICIAL

Hermanos: en esta liturgia de hoy vamos a encontrarnos con una de las grandes enseñanzas de Jesús gracias, precisamente, a los enemigos que maquinan su muerte: si sabemos escuchar a Dios prodigaremos acogida, amor y servicio mutuos.

Necesitamos oír tales palabras y cargarnos de fuerzas para caminar en esa trayectoria, porque en nuestros días tendemos más fácilmente a alejarnos de los demás, competir con ellos, etc. Acudamos, pues, con ganas al encuentro de Jesús.

 

CANTO DE ENTRADA

El Señor nos llama y nos reúne.

Somos su Pueblo, signo de unidad.

Él está en medio de nosotros:

sirve a la mesa, nos reparte el pan.

 

RITO PENITENCIAL

El Dios único nos quiere atentos oyentes y fieles servidores, porque ello nos hace acogernos y servirnos mutuamente. Confesemos ante él nuestra miseria y pecado:

-Tú que, en un segundo mandamiento, equiparas el amor al prójimo con el amor a Dios, Señor, ten piedad.

-Tú que has sido nombrado por Dios Padre sumo sacerdote para siempre, Cristo, ten piedad.

-Tú que concretaste en tu vida diaria el amor a Dios en el amor al prójimo, Señor, ten piedad.

 

Dt 6, 2-6

«Escucha, Israel...». Son las palabras que, convertidas en oración recita al día tres veces cualquier judío religioso. Constituye una invitación a mantenerse a la escucha de Dios y a encarnar su palabra.

 

Salmo responsorial  (melodía)

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Hb 7, 23-28

El Sacerdocio de Cristo es un sumo sacerdocio concedido por Dios por la obediencia. Tengamos en cuenta que, desde el punto del Bautismo nosotros nos unimos al sacerdocio único de Jesucristo. Estamos, pues, ofrecidos a Dios.

 

Mc 12, 18b-34

La pregunta que le plantean a Jesús sus adversarios tendrá una respuesta antigua; la novedad radica en que Jesús la hace realidad en su vida diaria. Que nos sirva de acicate. Acojamos el evangelio con el canto del Aleluya.

 

ORACIÓN UNIVERSAL: Preces

La Palabra de Dios creó cielo y tierra; y se hizo carne... Pidamos la gracia de saber escucharla y encarnarla en la vida diaria:

 

-Por la Iglesia: para que manifieste la imagen de un Dios que dialoga con el hombre, roguemos al Señor.

-Por todos los cristianos: para que seamos atentos oyentes de la Palabra de Dios, y ello nos conduzca a escuchar al prójimo, a acogerlo, amarlo y servirle, roguemos al Señor.

-Por nuestros mayores, enfermos, necesitados y marginados: para que sepan unir su dolorosa situación a la ofrenda de Jesús, y ello les reporte gozo y paz, roguemos al Señor.

-Por los adolescentes y jóvenes de nuestras familias: para que despierten a la palabra de Dios, y tengan la osadía de ser seguidores de Jesús, roguemos al Señor.

-Por quienes celebramos esta eucaristía: para que no busquemos cada cual su salvación mediante el cumplimiento de la ley, sino que nos convenzamos de la enseñanza de Jesús, roguemos al Señor.

Dios Padre bueno: que el escucharte nos conduzca a amarte y a acoger y amar al prójimo a quien servir. Por Jesucristo nuestro Señor.

-Amén.

En la comunión

 

 

 

 

 

Avisos

1 El lunes, a las 5: «Bizian Gora»

Funeral de: Mª Luz Gerekiz Guarrotxena

2 El Martes: reunión de catequesis; para los padres de los niños de 2º.

3 Miércoles y Jueves: charlas para los padres que quieren bautizar a sus hijos.

4 Sábado: a las 11 misa de San Martín en la ermita de Atxuri.

5 Domingo: en las misas de 12 y Una: presentación y acogida de los niños que serán bautizados.

 

 

DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO /B

DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO  /B

Monición inicial

Hermanos estamos dispuestos a participar, como cada domingo, en el banquete que nos prepara el Señor. Aprendamos de la fidelidad de su Hijo: quiere hablarnos el mismo Dios para darnos las pautas del día a día.

Podríamos decir que sabemos presentarle al Padre nuestras necesidades, y también sabemos pedir y dar gracias... Pero ¿sabemos escuchar lo que espera de nosotros en el vivir de cada día? Dispongámonos para aprenderlo y celebrarlo.

 

Canto de entrada

El Señor nos llama y nos reúne.

Somos su Pueblo, signo de unidad.

Él está en medio de nosotros:

sirve a la mesa, nos reparte el pan.

 

Rito penitencial

Si buscamos fidelidad ante Dios, tendremos que confesar que nos ponemos a nosotros mismos como medida de lo bueno y lo malo. Arrepentidos, decimos:

 

-Tú que eres todo oídos para el Padre, y obediente hasta la muerte, Señor, ten piedad.

-Tú que llevas la Ley a su plenitud, Cristo, ten piedad.

-Tú que tienes como única ley en tu vida el amor, Señor, ten piedad.

 

1 Gn 2, 18-24

Tratemos de hacernos en esta Lectura con aquello que quiere transmitirnos el Autor sagrado, algo que va más allá de lo que conciben tanto el pueblo judío como los pueblos que lo circundan: la igualdad del hombre y la mujer en su dignidad, y la vocación a realizar juntos lo que Dios espera de ellos.

 

Salmo responsorial

 

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2 Hb 2, 2-11

Los sufrimientos de la vida no condenan o anulan al hombre; son inherentes a su naturaleza. Jesús es ensalzado porque ha sabido integrarlos en su vida.

 

3 Evangelio Mc 10, 2-16

Estas palabras de Jesús nos pondrán nerviosos a nosotros que estamos contagiados de la cultura rei­nante. Pero, si queremos ser seguidores de Jesús, tendremos que escucharle a él, y no a las modas, ¿no? Acojámoslo, cantando el Aleluya, puestos en pie.

 

PRECES

† En medio de una crisis tan grande como la que sufren el matrimonio, la familia y la estabilidad de la pareja, dirijámonos a Dios teniendo en cuenta que nos ha creado a su imagen para disfrutar de su amor:

 

-Por nuestra Iglesia Diocesana: para que a quienes desean casarse los oriente al matrimonio por las sendas del evangelio, roguemos al Señor.

 

-Para que quienes se disponen al matrimonio asuman que Dios los llama a un amor de por vida, roguemos al Señor.

-Para que quienes ven enfriado su amor, o roto el vínculo matrimonial puedan aceptar la vida de oración, el evangelio y las orientaciones de la Iglesia que los ilumine y estimule, roguemos al Señor.

 

-Para que en nuestras familias se glorifique la Trinidad, y nos esforcemos en hacer realidad en el día a día la unión y el amor que se da en ella, roguemos al Señor.

 

† Haz, Señor, que asumamos que nos hayas hecho iguales en dignidad, y que podamos hacerlo realidad en la vida de cada día profesándonos un amor mutuo. Por Jesucristo nuestro Señor.

-Amén.

 

 

Para la Comunión

 

Avisos

 

1 Este lunes, a las 5: reunión de «Bizian Gora»

 

 

2 El día 12, aunque festivo, no de precepto. La misa, como todos los días, a las 7 de la tarde.

 

3 Prepararemos el día de la consagración de la parroquia con una Penitencia Comunitaria: será el último jueves de este mes, día 26, tras la misa, en bilingüe.

 

4 El próximo domingo en ocho celebramos el «DOMUND». Nos recuerda nuestro ser misionero y el compromiso que tenemos con el Tercer Mundo.

30º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO /B

30º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO   /B

 

Monición inicial

    Hermanos. Nuestra parroquia celebra algo especial en este domingo: han pasado 57 años desde que se consagró este templo. El hecho de la consagración nos hace suponer que era algo importante para los feligreses de entonces. El templo era su lugar de reunión, de intercambio de noticias mutuas, de ayuda mutua... Lugar de escucha de la Palabra de Dios y de la fracción del pan que fortalecía su familiaridad y les hacía responder a las necesidades del entorno.

    En nuestros días... ¿solo nos reuniremos para honrar a nuestros muertos? Que sea para nosotros también lugar de escucha de la palabra y de la fracción del pan que nos ayude a vivir comprometidos con nuestros tiempos.

 

Canto de entrada

El Señor nos llama y nos reúne.

Somos su Pueblo, signo de unidad.

Él está en medio de nosotros:

sirve a la mesa, nos reparte el pan.

 

 

Rito penitencial

    Dios puede revitalizarnos en su gran misericordia, si sabemos reconocer ante él nuestra miseria:

 

    -Tú que nos muestras la luminosidad de Dios, Señor, ten piedad.

    -Tú que sabes acercarte al necesitado, Cristo, ten piedad.

    -Tú que escuchas y respondes al necesitado, Señor, ten piedad.

 

Jr 31, 7-9

    El destierro puede resultar penoso, humillante, anulador; pero puede ser también ámbito de encuentro con Dios y con el prójimo. Y Dios sabe responder al grito del necesitado. Escuchemos.

 

 

Salmo responsorial

 

 

Hb 5, 1-6

    Esta lectura viene a despertar nuestra confianza en el sacerdocio de Cristo, y a estimular nuestro sacerdocio en él insertado. Escuchemos con atención y confianza.

 

Mc 14, 46-52

    Fijémonos en los detalles que el evangelista Marcos nos da para conocerle a Jesús y podamos ser sus seguidores. Acojámoslo con el canto del Aleluya, puestos en pie.

 

PRECES

    Puede que estemos alejados de Dios y de la Iglesia, perdidos en cumplimentismos, sin alegría de vivir la fe... Acudamos al Dios que nos ama, como lo hizo el ciego del camino, para que nos pueda sacar de nuestra situación de destierro:

    -Por nuestra parroquia: para que la amemos y la convirtamos en lugar de encuentro y oración, y nos haga seguidores de Jesús, roguemos al Señor.

    -Por los necesitados de nuestro entorno, los inmigrantes, marginados y aquellos que no cuentan para nadie: para que encuentren en nosotros hermanos que los acojan, roguemos al Señor.

    -Por los niños, adolescentes y jóvenes de nuestras familias: para que no los ofusque el dinero o la fama, y no tengan miedo de acercarse a Jesús, roguemos al Señor.

    -Por quienes nos hemos encontrado en torno a la mesa de la eucaristía: para que celebrarla nos lleva a amar esta parroquia y a convertirnos en ejemplo para nuestros pequeños y jóvenes, y en constructores de la paz, roguemos al Señor.

    Dios  Padre que nos amas como a hijos: haz que sepamos utilizar con corazón agradecido los bienes que nos regalas. Por Jesucristo nuestro Señor.

    -Amén.

   

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO /B

 

Monición de entrada

      Hermanos: ¿Queremos comprar la vida eterna? ¿La queremos alcanzar a base de prácticas religiosas? Pues hemos de saber que no hay dinero ni riquezas que sean capaces de comprar los dones de Dios.

      Lo que nos correspondería a nosotros es acoger los dones que Dios nos hace. A ver si lo comprendemos y lo podemos aceptar en la Liturgia de hoy, y nos proporciona ésta un corazón pobre y sencillo para agradecer a Dios los dones que nos hace.

 

Canto de entrada

Alrededor de tu mesa / venimos a recordar (2)

que tu palabra es Camino / tu Cuerpo Fraterniad (2).

 

Hemos venido a tu mesa

a renovar el misterio de tu amor,

con nuestras manos manchadas;

arrepentidos, buscamos tu perdón.

 

Juntos y a veces sin vernos,

celebramos tu presencia sin sentir

que se interrumpe el camino,

si no vamos como hermanos hacia ti.

 

Rito penitencial

      El dinero no vale ante Dios, no vale el poder. Sólo cuentan la humildad y pobreza. Acudamos, pues, a Dios, pidiéndole que nos libere de la esclavitud de la riqueza y el poder:

 

      -Tú que has nacido pobre entre nosotros, Señor, ten piedad.

      -Tú que te acercabas a pobres y pecadores, Cristo, ten piedad.

      -Tú que, como palabra hecha carne, sacas a la luz nuestra interioridad, Señor, tren piedad.

 

 

1   Sb 7, 7-11

      Creemos que con la riqueza alcanzamos lo que deseamos. Pero escuchemos otras cosas de esta lectura. Si seguimos con lo nuestro, será porque no acabamos de levantar la cabeza, y vivimos de tejas para abajo.

 

Lectura del libro de la Sabiduría 7,7-11

 

Supliqué y se me concedió la prudencia,

invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría.

La preferí a los cetros y a los tronos,

y en su comparación tuve en nada la riqueza.

No le equiparé la piedra más preciosa,

porque todo el oro a su lado es un poco de arena,

y junto a ella la plata vale lo que el barro.

La preferí a la salud y a la belleza,

me propuse tenerla por luz,

porque su resplandor no tiene ocaso.

Todos los bienes juntos me vinieron con ella,

había en sus manos riquezas incontables.

 

Salmo responsorial

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Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos.

 

Por la mañana sácianos de tu misericordia,

y toda nuestra vida será alegría y júbilo;

danos alegría por los días en que nos afligiste,

por los años en que sufrimos desdichas.

 

Que tus siervos vean tu acción

y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor

y haga prósperas las obras de nuestras manos.

 

2   Hb 4, 12-13

      ¿Queremos conocernos y conocer nuestra interioridad? Tengamos sed de la Palabra de Dios. Escuchemos como entra ésta hasta lo más íntimo de nosotros.

 

Lectura de la carta a los Hebreos 4,12-13

 

La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón. Nada se oculta; todo está patente y descubierto a los ojos de Aquél a quien hemos de rendir cuentas.

 

3      Evangelio Mc 10, 17-30

      ¿Coincidimos con los deseos de Jesús? Él quiere hacernos seguidores suyos... Acojámoslo cantando el Aleluya, de pie.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,17-30

 

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:

- Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Jesús le contestó:

- ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.

Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.

Él replicó:

- Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.

Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:

- Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

- ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!

Los discípulos se extrañaron de estas palabras.

Jesús añadió:

- Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.

Ellos se espantaron y comentaban:

- Entonces, ¿quién puede salvarse?

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

- Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.

[Pedro se puso a decirle:

- Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

Jesús dijo:

- Os aseguro, que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura vida eterna.]

 

Preces

      † ¡Cuánto tenemos que cambiar para confiar en Dios, y no en el dinero, las riquezas o las influencias! Presentémosle con humildad nuestras peticiones:

 

      -Por la Iglesia: para que viva en la pobreza a todos los niveles, y sean los pobres los primeros en su seno, roguemos al Señor.

      -Por los pobres: para que puedan acoger con confianza a la Iglesia que quiere acercarse a ellos, roguemos al Señor.

      -Para que en esta Iglesia sepamos compartir su riqueza, que es la Palabra de Dios, y podamos acudir con ganas a escucharla, roguemos al Señor.

      -Para que sepamos hacer buen uso de las riquezas y compartirlas con los necesitados, roguemos al Señor.

      -Para que no entendamos nuestras eucaristías como moneda para ganar el cielo, sino como medio de acoger los dones que Dios nos dispensa, roguemos al Señor.

      † Dios Bueno: libéranos de las ataduras de las riquezas para que podamos ser seguidores de tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Canto para la Comunión

 

Donde hay caridad y amor, allí está el Señor

 

Una sala y una mesa / una copa, vino y pan,

los hermanos compartiendo / en amor y en unidad.

Nos reúne la presencia / y el recuerdo del Señor,

celebramos su memoria / y la entrega de su amor.

 

Invitados a la mesa / del banquete del Señor,

recordamos su mandato / de vivir en el amor.

Comulgamos en el Cuerpo / y en la Sangre que él nos da,

y también en el hermano, / si lo amamos de verdad.

 

Este pan que da la vida / y este cáliz de salud

nos reúne a los hermanos / en el nombre de Jesús.

Anunciamos su memoria / celebramos su pasión,

el misterio de su muerte / y de su resurrección.

 

Avisos

 

25º Domingo del Tiempo Ordinario /B

25º Domingo del Tiempo Ordinario   /B

 ENTRADA

 El Mensaje de Jesús nos puede resultar sorprendente en muchos momentos, sobre todo porque parece que nuestros deseos y aspiraciones van por otro lado. Pero así es Jesús, y su Mensaje, y su vida. Jesús nos ofrece una vida plena, con otros centros de interés, pero capaces de llenarnos por dentro y hacernos felices. Por eso, la Sabiduría de Dios –nos dirá la lectura- es amante de la paz, comprensiva, constante, llena de misericordia. Cuando las personas nos empeñamos –vano afán, porque al final siempre triunfa la verdad- en acechar al justo porque nos resulta incómodo, Dios Padre nos sigue ofreciendo su Camino de Salvación, llamándonos a procurar y sembrar la paz, cuyo fruto es la justicia.

Que la Eucaristía nos ayude a ser sembradores de paz y de justicia.

   

Canto de entrada

   

SALUDO

La Gracia y la Paz de Dios Padre, que en Jesús nos enseña a vivir sirviendo a todas las personas, y la Fuerza permanente de Su Espíritu, esté con todos nosotros.

   

ACTO PENITENCIAL 

 

Al comenzar nuestra celebración queremos ponernos en las Manos cálidas de nuestro Dios y pedirle Su perdón:

-        En nuestra vida buscamos los privilegios y el poder, y no la entrega ni el servicio. Señor, ten piedad.

 

-        Recelamos de todos los que trabajan por los demás porque nosotros no hacemos más que criticar. Cristo, ten piedad.

 

-        Despreciamos a las personas, sin dejar que manifiesten sus grandezas, porque los vemos como un peligro. Señor, ten piedad. 

  

LECTURA SAPIENCIAL

La vida y el destino de las personas está en las Manos de Dios. Pero parece ser que los que triunfan son los que buscan el lucro y los privilegios, y no la gente sencilla y entregada. Pero es sólo una visión. Dios nos dice que lo que triunfa es el bien. 

  

SALMO RESPONSORIAL (Sal 53) 

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LECTURA APOSTÓLICA

Buscar el propio interés y el bien personal de forma exclusiva, sin valorar ni respetar a los otros, sin procurar su realización, es un camino equivocado, que trae la destrucción. Santiago nos hace ver que donde hay envidia y rivalidad, hay desorden y toda clase de males. Y que donde se vive la Sabiduría que viene de Dios hay paz y justicia.

 

LECTURA EVANGÉLICA

Jesús anuncia a sus amigos que va a ser entregado, que lo matarán y que resucitará al tercer día. Pero ellos son aun incapaces para entender el Mensaje. Mucho nos falta por cambiar en nuestro modo de vida para hacer nuestro de verdad este Mensaje.

 

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

Dios Padre acoge siempre nuestra oración. Con esta confianza, le decimos:

 ¡Escúchanos, Señor! 

 

- Para que la Iglesia mire siempre a Jesús, su Señor, alejado de todo poder humano, y sirva a los más pobres, a los que más sufren en la sociedad. Oremos. 

  - Para que todos los grupos y organizaciones que trabajan buscando el bien común sepan unir sus trabajos y crear condiciones de vida digna para los más necesitados. Oremos.

 - Para que todos nosotros que celebramos la Eucaristía acojamos el Amor de Dios y seamos capaces de transmitirlo a los demás, superando toda rivalidad. Oremos. 

- Por nuestra comunidad (parroquial), para que las diferencias no nos aíslen, para que busquemos el bien de todos, para que entendamos que todos somos Iglesia, el Pueblo de Dios. Oremos.

Oración. Ayúdanos, Señor, y acoge nuestra oración. Por Jesucristo nuestro Señor.

Canto de comunión

 

  

24º DOMINGO DEL T. O. /B

24º DOMINGO DEL T. O. /B


2006/09/17

 

 

 

Monición inicial (Monitor)

 

 

 

Hermanos: La liturgia de hoy nos hará descubrir que Dios está presente en las dificultades, pero su­friendo con quien sufre (porque el sufrir es inevitable), llo­rando con quien llora, y penando con quien ha caído en des­gracia... ¿Conocemos a ese Dios? ¿Conocemos al Dios que, siendo Padre, sufre con su Hijo en la cruz, pero no lo des­cuelga de ella? Algo quiere decirnos Jesús con aquellas pala­bras: quien quiera ser discípulo mío, que coja su cruz y me siga...

Acerquémonos a ese Dios que no nos ahorra dificultades, sino que nos ayuda a superarlas; que no nos suplanta, sino que nos es­timula; y celebrémoslo con fe.

 

Canto de entrada

¡Victoria! Tú reinarás. ¡Oh Cruz! Tú nos salvarás!

El Verbo en ti clavado / muriendo nos rescató.De ti, madero santo / nos viene la redención.

 

Liturgia penitencial (Presidente)

 

- Tú que eres nuestra vida: Señor, ten piedad.

- Tú que eres el camino, y compañero en él: Cris­to, ten piedad.

- Tú que siempre nos amas con fidelidad: Señor, ten piedad.

 

 

 

 

Monición a la Primera Lectura (Monitor) Is 50, 5-10

El Siervo de Dios aprende a sufrir, a asumir el sufrimien­to, no porque Dios quiera que el justo sufra, sino porque el sufrimiento es inherente a la precariedad humana. Asumir el sufrimiento significa asumir la propia persona, o lo que es lo mismo, agradecer a Dios el que nos haya hecho así...

 

Monición al salmo responsorial Sal 114 (Monitor)

Unámonos al Salmista que nos invita a amar a Dios desde nues­tra precariedad humana, sintiéndole cerca, sobre todo en la tribu­lación...

 

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Monición a la Segunda Lectura St 2, 14-18 (Monitor)

Santiago nos invitará a hacer de nuestra fe una fe operati­va; la fe ha de llevarnos a descubrir las necesidades del pró­jimo y a solidari­zarnos con el sufriente. Escuchemos.

 

Monición al Evangelio Mc 8, 27-35 (Monitor)

Las ansias de grandeza de los discípulos quedarán rebaja­das en esta invitación de Jesús: él no ha venido a repartir ho­nores y títulos, sino a solidarizarse con quien sufre. ¿Quieres seguirle en su pro­grama de vida? ¡Te espera!

P R E C E S († Presidente; - Monitor)

 

† Hermanos, unidos en una misma fe, elevemos nuestras preces al Padre Dios:

 

- Por la Iglesia: para que se desmarque de sus alianzas con los po­derosos, y busque el servicio al débil, al oprimido, al ignorado, roguemos al Señor.

 

- Por todos los cristianos: para que descubran la grandeza de la propia fe y se sientan atraídos por la figura del Siervo de Yahvé, roguemos al Señor.

 

- Por las familias de nuestro entorno: para que se esfuercen en la educación cristiana de la familia, roguemos al Se­ñor.

 

- Por nuestros niños y jóvenes: para que se enamoren del proyecto de Jesús y se manifiesten generosos para servir­le vocaciona­damente, roguemos al Señor.

 

- Por todos nosotros: para que nos consideremos no tanto creyen­tes o cristianos, cuanto seguidores de Jesús que han tomado la cruz cada día, roguemos al Señor.

 

† Dios Padre de bondad, haz que te busquemos no para que nos soluciones la papeleta, sino para que podamos asumir con espe­ranza nuestras responsabilidades, por Jesucristo nuestro Señor.

 

 

 


Monición de despedida (Monitor)

Lo que hoy hemos celebrado supone un paso más en el servicio al Dios del Reino. Aún nos quedan por dar muchos pasos, pero si continuamos unidos en el servicio a la Iglesia, la palabra de Jesús no nos fallará, y lo sentiremos muy cerca de nosotros. Cojamos, pues, cada día la cruz, pues no nos faltará su ayuda.

 

Avisos:

—Reunión de padres de los que inician la catequesis: el martes, 19, a las 6 de la tarde.

—Lunes 25: Inauguración del Curso Pastoral en la catedral: a las 7,30 tarde.

—Lunes 25: reunión de los padres de los niños de 3º de catequesis: 7, 30 tarde.